sábado, 15 de mayo de 2010

Procesión de Martín Bentancor

Fragmentos de la presentación del libro de cuentos Procesión del escritor Martín Bentancor, a cargo del novelista chileno Iván Aarón.






(...) El libro está dedicado a Antonio Bentancor, abuelo paterno del autor, quien falleció en el año 2007. Él fue quien le contó el germen de algunas de las historias que aparecen en el libro y de otras que ha escrito, pero que no ha publicado.
Dos de los cuentos: “Cinco" y "Procesión", están protagonizados por personajes llamados Martín, inspirado en su bisabuelo, el padre de Antonio, que también se llamaba Martín Bentancor.
Este homenaje a sus antepasados es un gesto digno de ser imitado.
Sin duda que para cualquier escritor presentar un libro es complicado: si se es muy parco suena a envidia y si se es muy generoso podría creerse que no se es sincero.
Pero, trataré de no ser ni lo uno ni lo otro.
El cuento, como expresión literaria, es muy delicado de trabajar. Y es el mismo Martín quien nos lo dice en su trabajo “Aproximación a Morosoli”: “El cuento es un género de difícil confección que obliga al escritor a someter a su historia, a sus personajes y a sus ideas a una suerte de esquema acotado por ciertas reglas formales – todas maleables – que encuentran su mayor ‘obstáculo’ en la extensión”.
En su obra, el autor nos presenta cuatro cuentos, a saber: “Cinco”, “Traidor”, “Tupambaé” y “Primogénito”. Además de “Procesión” que, para mi gusto, es más que un cuento.
En su primera línea escrita en el cuento “Cinco” el autor nos ubica de inmediato: “En el punto exacto en que el Camino de las Tropas confluía con el Paso a La Tablada, estaba la pulpería de Aurelio, como un mojón blanco y solitario perdido en la inmensidad del llano.…”. La escena está armada, el paisaje ya fue dibujado, el tiempo ha sido fijado… Nos aprestamos a viajar al pasado… Así, el autor nos lleva en este viaje a tiempo ya idos. La acción se precipita… El asunto del cuento queda a la libre idea del lector… Pero la trama es dramática y el desenlace no podía ser mejor.
“Traidor”, un nombre que, a leer el cuento, nos hace pensar en el miedo que sentimos ante la posibilidad de fallarle a alguien. Meditamos también sobre si se justifican las guerras… Eso va a depender de cuál sea la idea que el lector tenga de lo bélico… También va a estribar en cual sea su idea de hasta dónde llegan las atribuciones que tiene un gobierno. Pero, ¿Quién es el traidor? Para mí puede ser uno de los personajes… Para ti puede no serlo… Este cuento obtuvo el Segundo Premio en el Concurso de Poesía y Cuento Intendencia Municipal de San José, 2005.
“Tupambaé”. ¡Que nombre tan musical para adentrarnos en el más completo de los misterios! Un cuento para ser contado al amor de un fogón una noche estrellada arriba de la cordillera de Los Andes, mientras el ganado reposa en alguna majada o bien en el patio de la Hacienda La Chivera mientras Gerardo Molina y los otros amigos uruguayos degustan un amargo. Los que sabemos de caballos nos quedamos preocupados por la yegua “Pancracia”, que se quedó ensillada allá afuera. Pero ya el autor, en forma magistral, nos quita el peso de encima al dar a su cuento un final armonioso.
En “Primogénito” el autor nos lleva ante un problema de profundo contenido moral y ético. ¿Qué es exactamente el cumplimiento del deber? ¿Acaso algunos deberes priman sobre otros? ¿Qué es exactamente la Patria? ¿Es el lugar donde nacimos? ¿O es el lugar que nos acoge cuando debemos huir por la causa que fuere? ¿Es la Patria una enseña sacra y un escudo de armas? ¿O es la Patria la madre, la esposa, los hijos y Dios? La vida, el derecho a defender la vida, la obligación de proteger la vida se nos muestra en todo su magnífico esplendor. También está presente la eterna falta de entendimiento entre la sociedad civil y la sociedad militar. La conclusión del autor nos deja en la duda sobre si confiar o no en una de ellas.
“Procesión”, obra que da título a este libro es, por su extensión, más que un cuento.
Airala, “El Tuerto” y don Martín; tres personajes muy criollos, dan vida a este relato. Pero también aparecen otros personajes… Sus aspectos, sus expresiones, sus dichos, la forma de ser de cada uno y hasta sus formas de montar los retratan de cuerpo entero. El asunto del relato es excelente. El autor va desarrollando la trama e inteligentemente nos relata un cuento dentro de otro cuento. Es por ello que digo que este trabajo literario es más que un cuento, es casi como una novela corta. El ambiente llama a misterio y a cosa extra terrenal… Los diálogos, precisos y auténticos, nos mantienen dominados por el tiempo ya ido…
Y el final merece palabras aparte: aquí se deja ver en toda su magnitud la fuerza del destino. Todo lo que va a ocurrir… ocurrirá. Y no hay evasión posible.
Los relatos de Martín Bentancor tienen la consistencia, la belleza y la claridad de obras como “La Puñalada”, del escritor don Luis Edgardo Soulè de la ciudad de La Plata, en Argentina, quien también maneja la pluma con esa facilidad envidiable. Y también debo reconocer que al leer a Martín recuerdo algo que nos impactó hace algún tiempo: me refiero a “La Repisa” de nuestro querido amigo don Antonio Dáttole, un cuento en el que, al igual a los que ahora tendrán ustedes el placer de leer, están todos los elementos que este esquivo género literario tiene.
Permítanme tomar el nombre de todos ustedes para que, junto con el mío propio, presentemos a Martín Bentancor nuestras más cordiales felicitaciones.
Y a ustedes les digo que adquieran el libro, les garantizo que no se van a arrepentir.
Muchas gracias.
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PROCESIÓN, de Martín Bentancor. Sudestada Libros, Montevideo, Junio de 2009. 64 páginas. ISBN: 978-9974-96-721-2. Distribuye: Gussi Libros.

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